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Los dineros cuentan. Con el triunfo de Ohio State, 34-23, sobre Notre Dame se firmó que por segundo año consecutivo una universidad integrante del SEC (Southeastern Conference Football) no logra el título, lo que podría significar una nueva era, luego del dominio que afianzó dicha conferencia a lo largo de las últimas décadas.
La victoria de Ohio State se suma al triunfo del año anterior de Michigan para que ahora la nueva conferencia dominante sea el Big Ten Conference Football.
“Dos títulos consecutivos no es una gran racha, pero para la Big Ten es algo. Los equipos de la SEC ganaron 13 de los 17 títulos nacionales anteriores, incluyendo una racha de siete consecutivos. Alabama ganó seis; Georgia, Florida y LSU se llevaron dos cada uno. Auburn tuvo uno.
“Tres de los otros títulos fueron ganados por miembros de la ACC del sur profundo: Clemson, dos veces, y Florida State. Solo el triunfo de Ohio State después de la temporada 2014 rompió el bloqueo geográfico”, recuerda un reporte de Yahoo.
“Creo que jugamos un gran football. Muchas ligas juegan un gran football… lo que Ohio State logró el año pasado [con Michigan], ambos equipos, fueron rachas increíbles”, dijo el comisionado de la Big Ten, Tony Pettiti
La nueva era NIL
A partir de 2022, la NCAA echó para abajo aquella regla mediante la cual los deportistas no podían recibir dinero por contratos, en su gran mayoría de marcas que busquen a los atletas. Así nacieron los contratos NIL (name, image and likeness; nombre, imagen y semejanza en español), que ahora parece ser el sustento del crecimiento en las universidades que integran el Big Ten.
El “Playoff de la Agresión del Norte”, así fue denominada la postemporada de este año, luego de que Penn State y Ohio Stae, así como Notre Dame, que es independiente, se metieran a los playoffs, lo que sin duda habla de una nueva era en el football universitario.
Gracias al Nil, ahora el talento no se estanca, sino que se dispersa y seguro mucho de este talento se incorporará a las universidades SEC, pero mientras tanto algunas más, como el Big Ten, se benefician del reacomodo.
“El campeonato de Michigan se impulsó cuando su colectivo NIL creó el ‘Fondo de un año más’ para utilizar el dinero de NIL para alentar a los mejores jugadores a regresar y perseguir un título en lugar de saltar al Draft de la NFL. Ohio State siguió el modelo este año: por mucho que se los haya vinculado con un salario de 20 millones de dólares, gran parte de ese dinero se destinó a los jugadores que regresaban”, agrega el reporte Yahoo.
Luego llenaron algunos huecos con talento transferido, incluido el ex safety de Alabama Caleb Downs y el corredor de Ole Miss Quinshon Judkins.
“La gente hablaba mucho de cuánto dinero ganaban los jugadores en NIL”, dijo el entrenador de Ohio State, Ryan Day. “Eso fue solo porque NIL estaba disponible. La mayoría de nuestro equipo regresó… Cuando escuchas esa cifra, no significa mucho más que el hecho de que el valor de mercado de nuestros jugadores en Columbus en Ohio State es bastante alto”.
La capacidad de recaudar dinero y las promesas de pago, son ahora parte de las claves para poder elevar el nivel de alguna universidad.